DISCURSO PRONUNCIADO POR EL PROF. ENRIQUE RAVELO CON MOTIVO DEL HOMENAJE REALIZADO POR LOS GREMIOS AL INSTITUTO PEDAGOGICO DE CARACAS EN SU SETENTA ANIVERSARIO.
Señores invitados:
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento al Colegio de Profesores de Venezuela en la persona de su Presidente nacional Profesor Edgar Bazán y demás integrantes del Comité Directivo Nacional al otorgarme el inmenso privilegio de dirigir estas palabras en su nombre, en este homenaje que se le rinde al Instituto Pedagógico de Caracas con motivo de estar celebrando sus 70 años de fundado al servicio de nuestro país, de la educación y de la pedagogía democrática. Este agradecimiento lo hago extensivo al resto de los gremios magisteriales quese han unido a tan merecido y sublime momento.
Desde el punto de vista histórico y vivenciad es poco lo que se puede agregar a los extraordinarios artículos firmados por los prestigiosos colegas Mario Torralba Lossi, Elio Gómez Grillo, Laura Castillo de Gurfinkel, Gilberto Picón Medina, Minelia de Ledezma, Luís Domínguez Salazar, Omar Hurtado Rayugsen, Cristian Sánchez y Angel Flores. Igualmente desde una visión de producción epistemológica y académica, de historia De vida de esta institución, ,resultan invalorables los aportes y contenidos de los artículos de los apreciados colegas Angela Beatriz Calzadilla de Angulo, Minelia Ledezma de Nava, María Elena González, Xiomara Muro, Luis Barrera Linares, Gregorio Pérez Almeida, Zorelis León de Azpurua, Ernesto Ortiz Sepúlveda, Pablo Ojeda y Alexander Torres, todos ellos publicados en un encartado periodístico histórico incorporado en las páginas del diario “Ultimas Noticias”.
Mis palabras van a estar orientadas sobre la base de algunas referencias que creo podrian enriquecer en parte el maravilloso estado del arte de la historia de nuestra institución, cuestión de ineludible importancia para como dicen los gestaltistas llegar a la conclusión que el todo es más que la suma de las partes. Estoy convencido que en la medida en que los protagonistas de la historia del Pedagógico y los que la escriben se animen a publicar ensayos sobre todos estos años iremos construyendo en detalle los acontecimientos verídicos de lo que ha sido el padre Pedagógico en estos 70 años.
Hay acontecimientos en el desarrollo organizacional institucional que bien vale la pena insistir en mencionarlos para fortalecer con mucha propiedad el espíritu de lucha dentro de las nuevas generaciones de docentes y estudiantes-.
Las dos misiones chilenas contratadas por el gobierno una en 1936 y la otra en 1938, marcaron un punto de partida fundamental para el desarrollo y crecimiento de nuestro Pedagógico. Ellas significaron un cambio radical sobre nuevos criterios para la formación de los docentes y se caracterizaron por profundizar una visión adelantada y nueva sobre los objetivos esenciales que debían guiar la formación de un maestro comprometido socialmente. En 1943 el Instituto Pedagógico Nacional gradúa su primera promoción y el 22 de junio de ese mismo año se funda nuestro glorioso Colegio de Profesores. Su propósito fundamental se basó en la premisa de “luchar por las reivindicaciones más sentidas del profesorado de educación secundaria”.Los miembros fundadores fueron los mismos componentes de la primera promoción del Pedagógico y su primer presidente fue Don Olinto Camacho (1943-44). Comenzaba entonces un largo trajinar de luchas unas gremiales y otras académicas. El país estaba gobernado por el presidente General Isaías Medina Angarita y su Ministro de Educación era Rafael Vegas.
A partir de 1945 Venezuela se encontraba convulsionada por una serie de acontecimientos políticos que de alguna manera perturbaron su desarrollo educativo .El 18 de octubre de ese año un movimiento cívico militar derrocó al Presidente Medina y una junta revolucionaria de gobierno encabezada por Rómulo Betancourt se encargó de la administración del gobierno. Esa Junta convoco una asamblea Constituyente la cual aprobó la llamada Constitución del 47. El 24 de noviembre fue derrocado el Presidente Rómulo Gallegas quien había sido electo a través del voto universal y secreto de acuerdo a la mencionada Constitución.
Durante los siguientes años la educación y sus protagonistas fue mirada con muchísimo recelo, Los profesores y sus gremios se convirtieron en preocupación para el gobierno ,sobre todo a partir de 1953 cuando el General Marcos Pérez Jiménez consolida su dictadura a través de un plesbicito fraudulento. Nuestro apreciado Pedro Felipe Ledezma en un excelente trabajo titulado “Evolución Histórica de la Educación Pública en el siglo 20 (1996) señala textualmente “en general el ambiente educativo fue uno de los focos de oposición a la dictadura desde los días iniciales hasta la caída de Pérez Jiménez en enero de 1958.Se desató una intensa persecución contra maestros, profesores y estudiantes. Fueron cerrados el Liceo Fermín Toro y la Escuela Normal “Miguel Antonio Caro” y la UCV fue cerrada entre 1950 y 1951.”
El instituto Pedagógico de Caracas también recibió lo suyo. En 1952 una huelga estudiantil provocó la expulsión de 32 alumnos y la destitución de un grupo de profesores. De ese decenio dictatorial y cuando ya estaba cercano a su fin se pueden acotar dos hechos relevantes que involucraron a personas ligadas al Pedagógico Nacional. El 10 de enero de 1958 circuló un manifiesto-declaración que denunciaba las persecuciones y la situación política nacional. Se solicitaba respeto a las libertades, a los derechos humanos y cese a la percusión policial sobre las universidades y liceos del país. Para gloria y satisfacción de nuestra comunidad la primera firma que presidía la de 134 intelectuales venezolanos era la de Don Mariano Picón Salas. De la misma manera circuló durante ese mismo mes de enero un manifiesto de repudio y protesta contra el gobierno y su policía política la Seguridad Nacional. En ese documento histórico se denunciaban las arbitrariedades del gobierno y el cierre del Liceo Andrés Bello. Como cita importante todos los firmantes eran miembros del Colegio de profesores y de otros gremios magisteriales. Firmaron profesores de los liceos Andrés Bello, Aplicación, Caracas, Luís Espelozín, Luís Razzetti, Rafael Urdaneta, Carlos Soublette y Gustavo Herrera. Fueron 127 firmantes y entre ellos podemos destacar las firmas de Fidel Orozco, José Manuel Deseda, Luis Roberto Pérez, Mariluz Carrero, Alberto Arias Amaro,Luisa Martinez, José Rafael Marrero, Ramón Camacho, Sixto Guaidó, Auro Yepez Castillo, Aura Barradas de Tovar, María de Lourdes Forjonel, Maruja Taborda, Ezequiel Camacho, Yolanda Carrero, José Angel Agreda, Pedro Contreras Pulido, Elio Gómez Grillo
Luego llegó la década de los 60-70 y el Pedagógico siguió su rumbo, abriendo brechas y cumpliendo su misión de la manera más digna. En ese decenio comenzamos a ser parte de su historia, no volvimos a irnos más nunca. Vivimos la conflictividad social de Venezuela, intentos de golpe de Estado, de magnicidios, huelgas, protestas estudiantiles, guerrilas. El movimiento estudiantil creció en ímpetu, fue el decenio del mayo francés.Los pasillos del Pedagógico se convirtieron en centros de discusión ideológica, siempre dentro de la confrontación y no del enfrentamiento. Resulta muy grato recordar aquellos debates que en este mismo patio central se desarrollaban entre estudiantes de diferentes corrientes ideológicas. Se desarrollaban con la efervescencia de una juventud que quería lo mejor para la patria. Como pasar por alto las confrontaciones ideológicas que tuvieron como protagonistas a Leonel Vivas, Lelys Páez, Julio César Pineda, Felipe Guerrero y otros tantos que le dieron valor a la lucha por un destino mejor. Hoy día estos frutos del Pedagógico son embajadores, parlamentarios, directores. Era la eterna lucha de contrarios tal como en la antigua Grecia entre Heráclito y Parménides.
Paralelo a estas diatribas los estudiantes estimulaban su espíritu contemplando con admiración y respeto el caminar por estos pasillos a verdaderos íconos de la Pedagogía. Que agradable era escuchar una clase de Alberto Castillo Arraez, el mismo que fue aplaudido de pie por todo un público académico que presenció y escucho su tesis doctoral en Filosofía en la Ucv titulada “El Espiritualismo Bersoniano”,el que escribió “Al Alba los Centinelas Nocturnos, ver al Prof. Ramón Tovar dialogando con sus alumnos al mejor estilo peripatético de Aristóteles, al profesor Francisco Tamayo desarrollando sus conceptos científicos, a Ignacio Buró inquieto y preocupado por enseñar la sicologia del hombre libre,A Teodoro Izarriaría y sus prolegómenos a toda Metafísica. Era reconfortable y esperanzador dialogar con hombres como Juan José Arevalo expresidente de Guatemala, un monumento a la decencia y la honradez, con amigos como Oscar Zambrano Urdaneta, Luis Quiroga ,Manuel Gallegos, todos ellos paradigmas de la Pedagogía.
Hace pocos días la Universidad a través del Instituto Pedagógico de Caracas le otorgó a cuatro eminentes profesores el título de doctor Honoris Causa. Elio Gómez Grillo, Manuel Bermúdez, José Alejandro Rodríguez y Pedro Vicente Sosa,ellos son parte de la historia de la Educación venezolana y del Pedagógico de Caracas. Junto con muchos otros representan la dignidad docente y forman parte de esos años de esplendor docente en nuestro Instituto.
Durante ese decenio ocuparon la dirección del Pedagógico los profesores presbítero Manuel Montaner y el profesor Gustavo Bruzual. Ya para el periodo 1969-70 asumió el profesor Pedro Felipe Ledezma.
A pesar de la agitada vida política que el país vivía el Instituto Pedagógico de Caracas entró a la modernidad. Atrás quedaba el tranvía. La estatua de la India que adornaba el frente de nuestro edificio histórico fue trasladada a otro sitio de la ciudad y las viejas casas coloniales de El Paraíso desaparecían para dar paso a modernos edificios. El Pedagógico también crecía, se iniciaron importantes construcciones en nuestros terrenos baldíos como las instalaciones del departamento de educación física y la actual Torre Docente. El viejo hipódromo sirvió de sede a varios departamentos y la matrícula estudiantil creció a niveles considerables. Para 1969 se inició el proceso de la Reforma y cambios curriculares, todo ello con el apoyo y entusiasmo del Director Pedro Felipe Ledezma y la aprobación del Ministerio de Educación que presidía el Dr. Enrique Pérez Olivares. Estos cambios curriculares como muy bien lo señala Laura Castillo de Gurfinkel fueron los que mayor impacto produjeron. Se pasó del régimen de estudios anual al régimen de estudio semestral , naciendo entonces un concepto nuevo de proceso administrativo que dejaba en el camino muchas vivencias y muchos recuerdos.
En la década de 1970 el Pedagógico de Caracas tuvo como directores a los profesores Pedro Felipe Ledezma, Hernán Albornoz, Luís Ramos Escobar y Felipe Bezara. Esa década fue convulsiva en los predios estudiantiles del país y el Pedagógico no fue la excepción, sin embargo hubo varias situaciones pedagógicas y académicas que marcaron pauta en ese contínuo hacer historia de nuestro Instituto, Una de ellas tuvo que ver con la creación del departamento de Educación Especial y la otra con la proyección social del Pedagógico a través de la educación preescolar no convencional. Las propuestas para el momento fueron novedosas ya que se trataba de incorporar la institución el concepto incipiente de Pedagogía Social. Por primera vez el Pedagógico atendía programas en los sectores desposeídos y pobres de Caracas. Testigos vivientes de esta apreciación son los vecinos de los barrios de la parroquia San Juan de Caracas. Estas iniciativas una de las cuales dio nacimiento a la especialidad de preescolar dentro del Pedagógico en una época en la cual muy pocas personas creían en las bondades de esos programas fueron impulsas por dos excelentes profesionales de la docencia y de nuestra institución: la profesora Iguaraya Hernández y la profesora Aura Leal de Ravelo. Esos programas permitieron a nuestros alumnos de Practicas Profesional conocer una realidad social cada día mas compleja, más emergente y más conflictiva. Tengo la absoluta certeza que quienes continúen escribiendo la historia de este Pedagógico reconocerán el valor que estas personas tuvieron para enfrentarse a todas las adversidades y culminar con éxito sus proyectos pedagógicos.
También en esa época muchos profesores tuvieran las facilidades económicas para realizar estudios fuera del país. El Pedagógico fue su garante, muchos de ellos están con nosotros, otros se fueron a diferentes universidades, lo importante es que el padre Pedagógico les brindó la oportunidad de servir con mayor eficiencia a la educación venezolana.
En esa década el Pedagógico creció en su infraestructura física, se inauguró la Torre Docente y las instalaciones del departamento de Educación Física, a su vez se desarrolló una intensa actividad gremial. La comunidad ipecista reclamaba con sobradas razones que se empezara un proceso de democratización para elegir sus autoridades, ese planteamiento produjo numerosas asambleas, reuniones, escritos, documentos que generaron una matriz de opinión favorable hacia el mismo.
Terminada esa década se logra el objetivo de la democratización y el Ministerio de Educación presidido por Lic. Rafael Fernández Heres promulga un nuevo reglamento que contemplaba la realización de eventos electorales para elegir autoridades por ternas. Mientras se cumplía con el primer proceso el Ministerio de Educación encarga de la Dirección del Pedagógico autoridades interinas y por primera vez y hasta ahora, una mujer le toca presidir los destinos del instituto. Este es un hecho histórico que no se puede obviar. Se trató de la profesora María Mercedes Ojeda, persona de muy grata recordación ya que reunía un conjunto de virtudes profesionales y personales, ,que la llevaron a cumplir con mucho éxito la tarea encomendada,la cual no fue otra que conducir al Pedagógico en sus primeras elecciones participativas y democráticas.
La década del 80 al 90 la inicia en La dirección el profesor Gilberto Picón Medina, quien había sido electo en las ternas de candidatos resultantes del primer proceso electoral. Durante esa administración las autoridades hicieron un gran esfuerzo para cambiar la mecanización de los procesos administrativos para entrar en los procesos de automatización y computarización de los mismos. Entramos así en la era de la informática. En ese proceso cumplieron un rol de primera línea los profesores Carlos Navas,y la profesora Omaira Soto. En el lenguaje sociológico actual diríamos que el Pedagógico entró para ese momento en la postmodernidad.En 1983 nos toca asumir la dirección. Había sido elegido por una mayoría de la comunidad profesoral y estudiantil y el reto era grande. La situación del país continuaba siendo compleja y difícil. La baja de los precios del barril petrolero a niveles increíbles llevó al gobierno de turno a tomar medidas económicas drásticas. El impacto no se hizo esperar y recrudecieron las protestas y manifestaciones de calle. Bajo tales circunstancias iniciamos nuestro trabajo gerencial. Durante esos tres años 1983-86 hubo acontecimientos dignos de mencionar. Quizás el más distractor de nuestro desarrollo institucional fue la prohibición por parte del gobierno de abrir concursos de oposición para ingresar personal docente. Veníamos de la jubilación masiva de profesores que habían trabajado por más de 30 años en el Instituto y que merecían ese derecho constitucional y laboral. En este proceso fue fundamental la ayuda de esos profesores jubilados. El Pedagógico tenía para ese momento una matrícula de 9000 alumnos y había que responderles sus expectativas.Ante la crisis de personal docente los profesores jubilados respondieron y en su mayoría aceptaron incorporarse nuevamente al trabajo en condición de contratados. A pesar de las dificultades se inició el segundo gran proceso de reforma curricular del Pedagógico. Ese proceso encontró en La profesora Maruja Taborda de Cedeño su más ferviente animadora. Ella con un equipo de trabajo incansable, dirigido por la profesora Beatriz Ceballos desarrollaron una labor de producción académica a través de seminarios, talleres, reuniones que trajeron como consecuencia el inicio de grandes y transformadores cambios en la administración del currículo de nuestro instituto y por consiguiente en un nuevo enfoque sobre la formación del docente venezolano. Para ese momento el Ministro Felipe Montilla, docente de este Pedagógico y dirigente del Colegio de Profesores de Venezuela, había nombrado una comisión para estudiar la factibilidad de creación de la Universidad Pedagógica, cumpliendo con un viejo anhelo de la comunidad de nuestra institución. Esa comisión estuvo coordinada por el Prof. Antonio Luís Cárdenas.
El mismo año de 1983 el Ministro Felipe Montilla crea la UPEL iniciándose un proceso de discusión sobre los términos de referencia que debían cumplirse para el ingreso de los pedagógicos a tan novedosa Universidad. Ese fue un acontecimiento trascendental pues se trataba de concebir un sistema integrado nacional de Formación Docente.
En ese período se hizo un gran esfuerzo por mejorar la infraestructura física de la institución severamente deteriorada. Bajo la tutoría de la doctora Violeta Attías y sus gestiones ante varios ministerios se lograron cambios significativos en ese aspecto. De igual forma se desarrollo un plan integrado a través de un proyecto social entre los habitantes del barrio La Brisas del Paraíso y el IPC. Se recuperaron las áreas verdes y se diseñaron jardines dignos de nuestra comunidad, también se mejoraron parte de la infraestructura de acceso al Barrio y se incorporó esa comunidad a los planes y programas de nuestra institución. En estas actividades de participación social hay que darle la mayoría de los méritos al profesor Humberto González, quien todavía continúa sembrando patria en el Pedagógico, al amigo de siempre Prof. Emilio Guerra y a la señora Hilda Ochoa presidenta en esa época de la asociación de vecinos. Pudieron entonces los niños pobres y los vecinos incorporarse a las actividades deportivas culturales y comunales del Pedagógico de Caracas,.. Esa relación y comunicación gracias a Dios continúa hasta hoy y ojalá se mantenga por siempre.
En 1985 se decretó el año jubilar del Instituto Pedagógico de Caracas y el Consejo Académico nombró una comisión presidida por el ilustre maestro Don Olinto Camacho. Esa comisión se encargó de organizar los actos conmemorativos del 50 aniversario, Durante todo un año se realizaron actividades gratas y edificantes. Se celebró un encuentro nacional de egresados que culminó con un concierto en este patio central de la orquesta sinfónica municipal de Caracas, se le otorgó el titulo de Profesor Emérito al nuestro artista cinético y gloria de las artes plásticas Jesús Soto. Las autoridades y los estudiantes recibieron al Cardenal José Alí Lebrún quien compartió todo un día con los estudiantes y se marcho impresionado con la actividad del Pedagógico. Ese año también se inauguro la llamada Torre Rectoral.
En 1986 asumió la dirección el profesor José Lorenzo Pérez , electo en las ternas de las elecciones de ese año. Lamentablemente fue victima de la inseguridad y falleció trágicamente a pocos días de haber culminado su gestión. En 1989 es electo el profesor Augusto Peñaloza hasta 1992 año en el cual se acoge al beneficio de la jubilación, Por breve tiempo, 6 meses, asume . la dirección el profesor Enrique Ravelo .
Desde 1993 hasta hoy el Pedagógico de Caracas ha tenido como directores a los profesores Manuel Bravo, Cristian Sánchez y Pablo Ojeda ,todos ellos jóvenes todavía, llenos de entusiasmo y vigor y que estoy seguro en su momento contarán sus vivencias históricas, sus anécdotas, sus aciertos y sus errores. Sólo me consta que todos pusieron corazón, afán y voluntad para servirle con dignidad a nuestro que querido Pedagógico.
Ahora estamos en octubre del 2006.Celebramos con euforia los 70 años de nuestra institución y estamos contentos. Hoy más que nunca el Instituto Pedagógico necesita de nuestra presencia activa. La Universidad nos pide que junto con la solidaridad del corazón también ejerzamos la solidaridad de la acción. Profesores y estudiantes tenemos que hacer un frente común en la defensa de nuestra profesión. Eso tiene que ser un apostolado en cada uno de nosotros para que de la manera mas responsable asumamos el rol que la situación actual nos reclama. Hay nubarrones en las políticas públicas que tenemos que clarificar. Un claro ejemplo de ello es el agrupamiento de los procesos académicos, de enseñanza aprendizaje en las llamadas áreas de conocimiento. Allí tenemos que dar una discusión epistemológica que despeje dudas y contradicciones. La Universidad y sus pedagógicos entre ellos el nuestro han hecho esmerados esfuerzos por construir un aprendizaje en función de las especialidades. Tenemos muchas especialidades. Formamos nuestros magíster y doctores en función de especialidades. Hemos querido transformar y modenizar el currículo y adaptar sus procesos a los cambios que la sociedad nos está exigiendo. Eso no es un capricho personal, todo lo contrario es la expresión más concreta de una posibilidad cierta de producir epistemología a través de la verdad-.Tenemos que defender el pensamiento libre en nuestra institución y esta premisa está íntimamente relaciona con el concepto de libertad académica y autonomía universitaria. Este momento es muy propicio para recordar que la Universidad para favorecer el pensamiento libre debe caracterizarse por internalizar los valores propios de la sociedad. Desarrollar capacidad para asimilarlos y consolidar su acción en el respeto de la dignidad humana y la revalorización del hombre como persona humana. La discusión tendrá entonces que ser participativa, dialogal y fundamentalmente democrática
Sabemos que hay quienes piensan como Jacques Derrida que el Pedagógico debe sufrir un proceso de “deconstrucción”.Una especie de ingeniería filosófica, disculpen la contradicción, mediante la cual debería ponerse punto final a todo lo hecho y empezar de nuevo. Plantean en su discurso el criterio de que hubo un Pedagógico de antes y un Pedagógico de ahora. Están equivocados. Somos el mismo Pedagógico de siempre. Lo único diferente es que su crecimiento ha sido vertiginoso. Son miles de estudiantes que hay que atender. Hay un proceso de planificación de carreras de incalculables proporciones, a través del cual se están graduando magíster, doctores. La producción epistemológica es impresionante a través de la publicación de libros, investigaciones socio-educativas, trabajos de ascenso. Podemos decir sin rubores que la producción epistemológica de los últimos 20 años supera con creces todo la anterior. Los cambios curriculares, la vorágine de la ciudad, los problemas sociales, las necesidades propias de cada profesor y de cada estudiante dejan muy poco tiempo para la nostalgia. Quizás la conclusión más importante que podemos señalar en este momento tan sublime para toda la comunidad, es que las querencias del espíritu que todos sentimos por esta institución nadie nos la podrá quitar. De allí que al rendirle el Colegio de Profesores y los demás gremios docentes este emotivo homenaje le decimos al amado Pedagógico de Caracas como expresara el filósofo Empédocles” :Padre marcha de cumbre en cumbre y no pares hasta después del viaje”.
MUCHAS GRACIAS
PRofesor!
ResponderEliminarGracias por nombrar con tanto cariño a mi abuelo (Alberto Castillo Arráez) en su discurso.
Profesor Carlos Balladares Castillo